
Una versión contemporánea del Blue Blazer original de Jerry Thomas
Para muchos bartenders, la mera idea de prender fuego a una bebida evoca recuerdos de banqueros con tirantes ventilándose Flaming Ferraris y Flaming Lamborghinis, experimentos con absenta de mediados de los años 90, o turistas rojos como cangrejos pidiendo una ronda tras otra de chupitos flameados en un infernal complejo turístico..